jueves, 31 de mayo de 2012

"Cuentos inconfesables", de Jack Crane.

Aunque postergada mil veces esta crítica, por fin me armo de valor y la inicio, aunque seguramente la tendré que editar varias veces...

Jack Crane es amigo desde hace años, que a veces me ha hablado de sus proyectos literarios poco ortodoxos, y a raíz de iniciar yo mismo mi andadura en Amazón, me sorprendió él con dos publicaciones en este medio: una novela corta, El esclavo (ASIN: B007DKNPD4), que es el primer volumen de una trilogía que no parece terminar nunca, y este estupendo conjunto de 16 cuentos de variado tema y situaciones, pero unidos por una característica común: se trata de relatos en que lo morboso es el paisaje de fondo, el entorno sin el cual no serían posibles esos cuentos, que van desde un asunto amoroso con una bruja ("El hechizo", cuento número 2) hasta la carta al marido de su nueva ex-amante (cuento 7), pasando por temas tan conflictivos como la lucha libre o la conquista de la longevidad, que es el título del último cuento, que en realidad es una novela que, en la versión en papel, comienza en la página 181 y termina con el libro, en la 288.

He de confesar que esta colección de Cuentos inconfesables no me dejó impasible, y la verdad es que tuve que hacer varios descansos para asimilar la serie de situaciones en que Jack Crane nos sumerge con su rico verbo. No se trata de una obra pornográfica, y quizá tampoco pueda decir que erótica, pero sí que es muy morbosa. Apela a una serie de sentimientos que yo no sabía que tenía; pero una vez consultados otros lectores de esta obra (a ninguno de los cuales le ha sido indiferente, aunque me han dicho opiniones de todos los gustos), he constatado que esos sentimientos son más comunes de lo que yo mismo estaba dispuesto a confesar. Está bien puesto, desde luego, el adjetivo, "inconfesables", porque invoca unas pasiones que nos cuesta bastante trabajo y (¿por qué no decirlo, ya puestos?) vergüenza admitir. Una de las lectoras me decía hace unos días que se había sentido liberada después de haber leído este libro, pues le había abierto su visión de la vida, y le había dejado tranquila el comprobar que esas cosas con las que alguna vez había fantaseado eran algo más común de lo que ella pensaba, que no era un bicho raro, sino que al verse reconocida en más de una de esas historias, se había quedado tranquila.

Una de las supremas cachondadas de esta obra es que aparecía una misma historia contada desde tres puntos de vista (cuentos 12 a 14), y cuesta trabajo darse cuenta de que es la misma historia a pesar de los cambios de nombres, situaciones y resoluciones. Es un rasgo que se deriva de la filosofía de Crane: todo depende del punto de vista desde el que se analizan las cosas. No obstante una persona se sentía reconocida en la historia, que reflejaba, decía, una parte de mi vida de la que no se sentía muy orgullosa, por lo que el autor la ha substituido por otros tres cuentos, a mi juicio mejorando mucho la publicación. Estos tres cuentos son diferentes entre sí: 12 Sumisión, Acto I narra el primer encuentro de Remigia con su amo; el 13 Su última puta cuenta la extraña relación del autor con su tío, que le asesoró en los inicios de su vida sexual; e Interregno, el cuento 14º, que a su vez tiene 8 subpartes, narra la extraña relación de Abelardo con dos mujeres diferentes. Quienes hayan comprado el libro en Amazon podrán actualizarlo a la nueva versión sin coste alguno, a no ser que tengan activa la actualización automática, en cuyo caso ya tienen los tres cuentos nuevos en lugar del cuento triple al que he aludido más arriba, de inferior calidad literaria. Son cuentos para pensar, a pesar de lo que pueda parecer. 

Parece excesivo pagar más de 4 euros por este libro, pero cuando se ha leído se dan por bien empleados, ya que libros como este no se encuentran todos los días, ni en papel, ni en Amazón. Yo lo descubrí porque casualmente conozco al autor, con el que me une una relación epistolar de años, y me lo presentó, cuando lo publicó, como la obra de la que encuentra más satisfecho de las que ha llevado entre manos, aunque su trilogía "Domisión" aún supera a este mosaico del morbo en lo que les es característico: esa sensación que todos llevamos dentro y que cuando aparece nos causa cosquillas en el vientre. Los libros de la trilogía aludida son 1 El esclavo, 2 Manuel de amas, y 3 Amo de amas. Son libros de alto contenido erótico centrados en el mundo del BDSM, sin la vulgaridad de obras similares que, sin embargo, se venden mucho.

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